Autor: Ing. Cesar Araujo, consultor de Granotec Ecuador S.A

El sistema inmunológico está formado por un conjunto de células que tienen la función de proteger a nuestro organismo de cualquier sustancia que no sea reconocida por este. El papel de los alimentos es de fundamental importancia para mantener activo este sistema, aportando los nutrientes capaces de habilitar las funciones necesarias para proteger nuestra salud; por lo tanto, la adecuación nutricional está íntimamente relacionada con el buen funcionamiento del sistema inmunitario. La ingesta inadecuada de algunos nutrientes puede estar asociada con diferentes alteraciones en la capacidad normal de defensa celular, así como en la predisposición a enfermedades alérgicas. La presencia de radicales libres parece jugar un papel relevante en el desarrollo de enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico.

¿Cómo funciona el Sistema Inmune?

Es un conjunto de elementos existentes en el cuerpo humano, que interactúan entre sí y están destinados a defender al organismo contra enfermedades, virus, bacterias, microbios y otros. El sistema inmunológico humano sirve como una protección, un escudo o una barrera que nos protege de seres indeseables: los antígenos, que intentan invadir nuestro cuerpo; por lo tanto, representa la defensa del cuerpo humano.
El antígeno es cualquier sustancia extraña al cuerpo que desencadena la producción de anticuerpos; suele ser una proteína o un polisacárido. Se puede encontrar en las envolturas de virus, bacterias, hongos, protozoos y parásitos.
Los anticuerpos, también llamados inmunoglobulinas (Ig), son estructuras proteicas que se encuentran en el plasma sanguíneo. Actúan contra los organismos invasores del cuerpo, como las bacterias y los virus.

Los leucocitos o glóbulos blancos, son células protectoras producidas por la médula ósea con la función de defender al organismo contra enfermedades, infecciones y alergias. Los leucocitos son una parte importante del sistema inmunológico y su recuento evalúa la respuesta del cuerpo a diferentes enfermedades, especialmente aquellas causadas por virus o bacterias.
Los linfocitos son un tipo de leucocito o glóbulo blanco encargado de reconocer y destruir microorganismos infecciosos como bacterias y virus.
Los macrófagos tienen como función principal es llevar a cabo la fagocitosis. El macrófago fagocita células dañadas y envejecidas, desechos celulares, agentes extraños y partículas inertes.

El proceso de defensa del cuerpo a través del sistema inmunitario se denomina Respuesta Inmunitaria, pudiendo ser de dos tipos:
Innatas, naturales o no específicas
Adquiridas, adaptativas o específicas

Conozca cada tipo de respuesta inmunitaria, a continuación:
Inmunidad innata, natural o no específica: Es nuestra primera línea de defensa. Este tipo de inmunidad nace con la persona, representada por barreras físicas, químicas y biológicas; así como por células de defensa como leucocitos, neutrófilos y macrófagos. Sus principales mecanismos son la fagocitosis, la liberación de mediadores inflamatorios y la activación de proteínas. Si la inmunidad innata no funciona o no es suficiente, se activa la inmunidad adquirida.

Inmunidad adquirida, adaptativa o específica: Es una defensa adquirida de por vida, como los anticuerpos y las vacunas. Son mecanismos desarrollados para exponer a las personas con el fin de hacer evolucionar las defensas del organismo. La inmunidad adaptativa actúa ante un problema concreto; por lo tanto, depende de la activación de células especializadas, linfocitos.

Sistema inmunológico bajo
Cuando el sistema inmunológico no funciona correctamente, disminuye su capacidad de defensa de nuestro organismo; así, somos más vulnerables a enfermedades, como amigdalitis o estomatitis, candidiasis, infecciones de la piel, otitis, herpes, gripe y resfriados.

 

Alimentos e inmunidad

Para fortalecer el sistema inmunológico y evitar problemas de baja inmunidad, se necesita especial atención en la alimentación.  Algunas frutas ayudan a aumentar la inmunidad, como la manzana, la naranja y el kiwi, que son frutas cítricas.  La ingesta de omega 3 también es un aliado para el sistema inmunitario.  Además, es importante hacer ejercicio, beber agua y tomar el sol con moderación.

La forma más saludable y efectiva de fortalecer el sistema inmunológico es a través de una alimentación adecuada, es de suma importancia ingerir alimentos variados y balanceados en macro y micronutrientes, pues, como se comentó inicialmente, “la adecuación nutricional está íntimamente relacionada con el buen funcionamiento del sistema inmunológico”. 

Encuestas realizadas

Diversos trabajos científicos, demuestran la importancia de una adecuada nutrición a través de una dieta balanceada, en el fortalecimiento del sistema inmunológico; el siguiente es un resumen de uno de estos trabajos y su conclusión:

El papel de la microbiota como aliado en el sistema inmunológico 

Perbelin et al. (2019)

Metodología

Se realizó un levantamiento bibliográfico descriptivo de publicaciones científicas en portugués e inglés. Se consultaron libros, disertaciones, tesis y otra documentación electrónica vinculada a las bases de datos, como Scielo (Scientific Eletronic Library Online), Pubmed (National Center Biotechnology Information) y Google Académico.

Resultados principales

Se demuestra que el sistema inmunitario está estrechamente relacionado con la microbiota intestinal y la dieta es el mayor contribuyente en los cambios que se producen.  Una dieta equilibrada puede potenciar la inmunidad a través de una acción beneficiosa sobre la microbiota intestinal.

Nota: El término microbiota intestinal se refiere a la población de microorganismos, como bacterias, virus y hongos, que habitan en todo el tracto gastrointestinal, y cuyas funciones son mantener la integridad de la mucosa y controlar la proliferación de bacterias patógenas.

 

Elementos importantes para el Sistema Inmune

Está comprobado que las dietas en proporciones adecuadas de macro y micronutrientes y compuestos bioactivos, contribuyen al mejor funcionamiento del sistema inmunológico, asegurando así el mantenimiento de la salud y previniendo enfermedades. Algunos micronutrientes como las vitaminas A, D y C, el zinc, hierro y selenio, actúan positivamente sobre el sistema inmunológico. Por ello, es importante consumir una dieta equilibrada que contenga frutas, verduras, cereales integrales, proteínas vegetales y animales y grasas saludables, siendo la mejor manera de obtener todos los nutrientes esenciales.
Se sabe que a través de una dieta adecuada con la proporción correcta de macronutrientes (proteínas, carbohidratos, lípidos) y micronutrientes (vitaminas y minerales) se contribuye al correcto y mejor funcionamiento de las funciones fisiológicas del cuerpo humano, especialmente en cuanto al sistema inmunitario, asegurando así el mantenimiento de un buen estado de salud.
La ingesta adecuada de algunas vitaminas y minerales mejora la respuesta del sistema inmunológico, lo que puede tener un impacto en el pronóstico de las enfermedades. (GOMBART; PIERRE; MAGGINI, 2020).

Vitamina A: Ayuda a mantener la integridad estructural y funcional de las células de la piel, las vías respiratorias y otras. Además, es importante para el buen funcionamiento de las células del sistema inmunitario. Los alimentos de origen animal (retinol) y los vegetales de color naranja y verde oscuro (provitamina A) son ricos en él (MAGGINI et al., 2018). La deficiencia de este nutriente afecta negativamente a la función inmunológica, favoreciendo una situación de disminución de la resistencia a las infecciones, de ahí que se infiera como una opción prometedora para prevenir el contagio del nuevo coronavirus (CARDOSO et al., 2020).

Hierro: En cuanto a la función inmunológica, en varios estudios se asocia la deficiencia de hierro con defectos tanto en las respuestas adaptativas como innatas del individuo; sin embargo, existen controversias acerca de la participación de la deficiencia de hierro en la inmunocompetencia del individuo. Algunos autores defienden que la deficiencia de hierro predispone al individuo a infecciones, mientras que otros sugieren protección frente a microorganismos.

Nota: En Brasil, debido a la alta prevalencia de anemia ferropénica, especialmente en lactantes, se recomienda suplementación profiláctica universal, combinada con suministro de alimentos ricos o fortificados con hierro; por ello desde junio ​​de 2004, las harinas de trigo y maíz deben ser fortificadas en Brasil, según resolución del Ministerio de Salud, con 4.2 mg de hierro y 150 mcg de ácido fólico en 100g.

Vitamina C: El ácido ascórbico (Vitamina C) es una vitamina hidrosoluble muy importante para nuestro organismo, con potencial antioxidante, que impacta positivamente en el sistema inmunológico; esta vitamina ha sido indicada durante décadas para prevenir resfriados y gripes (HEMILAN, 2017). Tiene diversas funciones, actúa como un importante antioxidante, puede aumentar el número de anticuerpos y actúa sobre la diferenciación y proliferación de células del sistema inmunitario (CARR; MAGGINI, 2017).

Vitamina D: Además de su papel en la homeostasis del calcio, se cree que la forma activa de la vitamina D tiene efectos inmunomoduladores sobre las células del sistema inmunitario, especialmente los linfocitos T, así como sobre la producción y acción de varias citoquinas. La interacción de la vitamina D con el sistema inmunitario ha sido objeto de un número creciente de publicaciones en los últimos años. Los estudios actuales han relacionado la deficiencia de vitamina D con varias enfermedades autoinmunes, como la diabetes mellitus insulinodependiente (DMID), la esclerosis múltiple (EM), la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), el lupus eritematoso sistémico (LES) y la artritis reumatoide (AR).

Zinc: Juega un papel clave en el sistema inmunológico y es un oligoelemento muy importante para numerosas vías bioquímicas necesarias para los mecanismos fisiológicos esenciales, que influyen en la proliferación y maduración de las células de defensa, por lo que las personas con deficiencia de este mineral son más susceptibles a las infecciones.

Selenio: Actúa ayudando a regular el sistema inmunológico (MAGGINI et al., 2018). La principal fuente de selenio son las nueces de Brasil, solo 1 unidad es capaz de aportar el 100% de las recomendaciones diarias de este micronutriente.

CONCLUSIONES
Los datos presentados en este artículo demuestran una de las ecuaciones fundamentales de nuestra vida: Nutrición adecuada a través de los alimentos = Inmunidad mejorada = Calidad de vida.
No siempre es posible encontrar in natura, alimentos con los contenidos y calidad de los micronutrientes necesarios; sin embargo, la Ingeniería y Bioquímica de Alimentos permite actualmente ofrecer al mercado los micronutrientes esenciales de manera segura y precisa en forma de alimentos fortificados, con las vitaminas y minerales apropiados para necesidades nutricionales específicas, tales como la inmunidad.

En Granotec, desarrollamos variadas formulaciones de mezcla de nutrientes e ingredientes.
Gracias a nuestra línea GranoVit, podemos diseñar distintos premix de vitaminas y minerales de acuerdo a requerimientos específicos para distintos tipos de alimentos y bebidas. También contamos con mezclas especiales para lactantes, infancia, tercera edad, deportistas, embarazadas, como también núcleos que abordan los conceptos de inmunidad, el buen desempeño y rendimiento, el desarrollo físico, óseo y cognitivo.
Trabajamos junto a nuestros clientes para lograr la fortificación de sus alimentos y bebidas y mejorar así su perfil nutricional, además de sumar la posibilidad de usar declaraciones en los envases para realzar un valor diferencial.
Nuestros asesores técnicos puedan brindar asesoramiento personalizado y trabajar en conjunto en su próximo desarrollo.

Fuentes:
Dra. Juliana Diana. Professora de Biologia e Doutora em Gestão do Conhecimento. Licenciada em Ciências Biológicas pelas Faculdades Integradas de Ourinhos. Doutora em Gestão do Conhecimento pela UFSC em 2019.
Rev. bras. alerg. imunopatol. Micronutrients, immunologic system and allergic diseases. Roseli O. S. Sarni, Fabíola I. S. Souza, Renata R. Cocco, Márcia C. Mallozi Dirceu Solé. Artigo de Revisão. 2010. http://aaai-asbai.org.br/audiencia_pdf.asp?aid2=123&nomeArquivo=v33n1a03.pdf&ano=2010
Nutrição em Pauta. Influência da Nutrição no Sistema Imunológico: Uma Revisão. Análise das produções científicas de revisões bibliográficas publicados no período de 2010 a 2019, Teresina – PI, 2020. Dra. Liejy Agnes dos S. R. Landim, Maria Aliciar Viana Marques, Rafaela Gomes Soares. Ano 28, número 162. Jun 2020. https://unifsa.com.br/site/wp-content/uploads/2020/07/revista-jun2020-edi%C3%A7%C3%A3o-162-impressa.pdf
Brazilian Journal of Development. Importância dos alimentos no fortalecimento da imunidade frente à COVID-19. Lailson Oliveira de Sousa, Dayanne Beatriz Silva Rodrigues, Ralane Gomes da Silva, Alice Victoria Silva Cardoso, Abigail Santos Freitas, Bárbara Raquel dos Santos Cruz, Rosilene Mendonça da Conceição, Daniela Cavalcante dos Santos Campos. Curitiba, v.7, n.3, p. 29842-29852. Mar 2021. https://www.brazilianjournals.com/index.php/BRJD/article/view/26928/21300
Rev. Bras. Reumatol. A importância dos níveis de vitamina D nas doenças autoimunes. Artigo de Revisão. Cláudia Diniz Lopes Marques, Andréa Tavares Dantas, Thiago Sotero Fragos, ngela Luzia Branco Pinto Duarte. Artigo de Revisão. 2010. https://doi.org/10.1590/S0482-50042010000100007.

 

¿Este artículo te resultó de interés?

¡Dale la puntuación recomendada!

Puntuación promedio 0 / 5. Cantidad de votos: 0

Este artículo no cuenta con valoraciones todavía.